El Ejército nigeriano acusó hoy al personal del Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) de actuar como espías del grupo terrorista islamista Boko Haram y detuvo sus operaciones en el noreste del país.
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En un comunicado divulgado hoy por el portavoz del Comando de operaciones Lafiya Dole -al frente de la lucha contra la insurgencia de Boko Haram-, el coronel Onyema Nwachukwu culpa a Unicef de entrenar a determinadas personas en actividades clandestinas.
En concreto, Nwachukwu lamenta que la organización internacional sabotee los esfuerzos del Ejército mediante la difusión de acusaciones falsas y no confirmadas sobre presuntos abusos de derechos humanos cometidos por militares.
Algunas personas están incurriendo en prácticas perjudiciales que podrían poner en peligro la lucha contra el terrorismo y la insurgencia al entrenar y desplegar espías que apoyan a los insurgentes y a sus simpatizantes, apunta.
20.000 personas han muerto desde 2009 debido a este conflicto
Unicef no ha reaccionado oficialmente todavía a estas acusaciones.
Boko Haram, que en lengua local significa la educación no islámica es pecado, lucha por imponer un Estado de corte islámico en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiana en el sur.
Pese a que el Gobierno nigeriano afirma haber derrotado a los yihadistas, estos continúan perpetrando ataques esporádicos en iglesias, escuelas y mercados, especialmente, en el estado de Borno, donde el grupo inició su campaña hace nueve años.
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Se calcula que más de 20.000 personas han muerto desde 2009 debido a este conflicto, que suma alrededor de dos millones de desplazados dependientes en su mayoría de la ayuda internacional.